La
planta del laurel es originaria del este Mediterráneo y de Asia Menor, desde
donde se extendió al resto de Europa y América.
El nombre científico del laurel común, Laurus
nobilis, proviene del latín y significa notable, célebre, por lo
que se asocia al símbolo del triunfo desde las antiguas culturas mediterráneas.
Una
leyenda de la mitología griega relata como la ninfa Dafne (laurel en griego),
hija del díos-río Pireo y que juró no casarse jamás, huyó a las montañas para
escapar del acoso del dios Apolo. Ante la persistencia de este Dafne pidió
ayuda a su padre que la transformó en laurel, como muestra una de las
esculturas de Gian Lorenzo Bernini conservada en la Galería Borghese de Roma.
Apolo desconsolado por perder a su amada, cortó algunas ramas que se colocó en
forma de corona y convirtió al laurel en árbol sagrado. Por esta razón la
corona de laurel es el símbolo con el que se representa al dios del Olimpo,
asociándolo también a ganadores y poetas. En los Juegos Olímpicos celebrados en
Atenas el laurel entregado a los vencedores los elevaba a la categoría de
dioses.
En el Imperio Romano las hojas de laurel se empleaban para
realizar las coronas triunfales de emperadores y generales victoriosos. La
imagen de Julio César siempre aparece aureolada con esta hoja entrelazada.
A estos
hechos hace referencia el médico y botánico griego Dioscórides en el
capítulo 86 del Libro I (traducción del catedrático Laguna):
"El
laurel es árbol muy conocido, porque no solamente en Italia y en España, empero
también en Francia y en Alemania, crece, dado que (léase, aunque) en estas
regiones frías es estéril de fructo. Consagraron el laurel, los antiguos, al
dios Apolo, y con él se coronaban, en los tiempos pasados, todos los
emperadores de Roma."
"Para el
cual efecto (según cuentan las romanas historias) un águila enviada de Júpiter
dejó caer en el regazo de Drusilla, mujer de Augusto, una gallina muy blanca,
la cual llevaba en el pico un ramillo de laurel cargado de bayas muy olorosas;
el cual, plantado, multiplicó después en grande abundancia. Coronaban también
con laurel, antiguamente, a todos los vencedores, y, como el olivo, era señal
de paz, ansí siempre el laurel significaba victoria."
Uno de los condimentos más empleados en la cocina
mediterránea son las hojas de laurel, de la familia de las Lauráceas. A este
mismo grupo pertenecen árboles tan aromáticos como el canelero (canela), el
alcanforero (alcanfor) y el aguacatero (aguacates). La enorme cantidad de
comidas que se preparan para aprovechar su sabor característico lo convierten
en una de las hierbas más populares. Se utiliza como condimento y por sus
interesantes propiedades saludables.
También se le adjudican propiedades carminativas, es decir, cierta
capacidad para reducir la formación de gases y la hinchazón abdominal, además
de funciones protectoras del hígado. Este último efecto se nota por su acción colagoga, al estimular la producción y secreción de bilis, un
aspecto que facilita la digestión de las grasas. Por todas estas propiedades,
el uso de laurel conviene en la cocina y, en especial, en la elaboración de
platos con legumbres o ricos en grasas.
La parte de uso más común y popular del laurel son las hojas,
si bien otros preparados concentran sus principios activos, como aceite de
laurel, infusiones, comprimidos o aceite esencial. Esto obliga a tomarlo
siempre en la dosis indicada y con asesoramiento de un experto en fitoterapia.
mira esto:http://www.fourmilab.ch/images/Romanesco/
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